No, no es éste otro escrito sobre las Fases que nos tienen a todos haciendo mil preguntas de lo que podemos y no podemos hacer.
No, hoy la cosa va de fases de la vida. De etapas. De eras. De finalizar una forma de vida, un entorno, un trabajo, una forma de ocio, unos hobbies, unas parejas, unos teléfonos, y cambiarlos (queriendo o porque la vida te empuja) por otros.
Otro trabajo, ayudado por otros, consiguiéndolo todo por tí, de la mano de otra persona, o sumando un poco de todo.
Casi que otros amigos. Los hay que desaparecen. Literalmente. Se los come la tierra. Los hay que no vuelven a contestar un mensaje, ni por Navidad!
Otros entornos. Otros amigos traen otros entornos. Abandonar unos y descubrir otros; o darle más importancia a aquellos que no se lo dabas. O recuperar los entornos anteriores. Nuevas experiencias.
Otras conversaciones. Ya no sólo un entorno hablando siempre de un mismo tema, de una misma historia, sintiéndonos el ombligo del mundo, cuando el mundo es tan grande que ni siquiera sabe que tiene ombligo.
Otras luces.
Otra vida.
Y en esa otra vida, empiezas de cero. De cero con una edad nada fácil. Con unos recursos escasos, prestados, pedigüeñados, que duran dos días; pero te buscas la vida.
Con una sonrisa. Con mil sonrisas. Perennes. En todos los entornos. Que nadie te vea sufrir, que el pilar debe serlo siempre.
Y en ello te encuentras con que aquellos que no te contestan ni en Navidad, encima no hacen lo mínimo para ayudarte y, a la que pueden, se ríen de tí.
Siguen en su mundo. En su ombligo. En el ombligo del ombligo. Fuera de él, con tanto vértigo, no durarían ni un minuto. Fuera de él no tardarían ni un minuto en llamarte.O mensajearte. Y al leerlo vería como la anterior conversación, monólogo, por mi parte, era de hace cuatro o cinco Navidades. Sin más.
Duele. Duele mucho. Ése es mi problema. Por muy bien que te puedan ir las cosas. Por muy feliz que puedas ser. Hay cosas muy adentro que duelen mucho cuando salen a cubierta.
Pero nada, hoy es viernes. La semana ha tenido dos alegrías. Tres. MI mujer siempre es una alegría en sí misma.
El domingo nos divertiremos, felices. Y el lunes volveremos a trabajar para ir sumando alegrías.
Fases.
Cuándo se supera una fase? Cuánto tiempo debe pasar? Cuáles son las señales que te advierten de que lo has hecho?
Fases.
