Esta mañana, la gripe me ha permitido ver un rato la tele, los típicos debates matinales, y en todos coincidían en que el tema de debate era que el nuevo Ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, había ampliado las diferencias entre PSOE y PP a la hora de poder pactar políticas futuras. Sustituye al canario Juan Fernando López Aguilar.
Ahora resulta que el PP lanza una guerra preventiva contra el nuevo titular.
Lo que no entiendo es que los medios de comunicación, casi al unísono, se sorprendan de que el PP muestre su enorme enfado por las decisiones del Gobierno.
Pero si es lo más normal del mundo. Es lo que ha pasado prácticamente el 100% de las veces que el gobierno ha tomado una decisión, sea la que sea, que los populares han utilizado para quejarse de que los socialistas sólo toman decisiones para no querer pactar nada.
Y luego resulta que siempre se quedan solos en el Congreso. Una y otra vez. Y otra y otra.
No recuerdo ni una sola decisión de Zapatero y de su gobierno que no haya levantado ampollas en el partido mayoritario de la oposición, y que estos no se quejaran amargamente (creo que ya se han quedado sin adjetivos superlativos en negativo y ahora sólo dicen auténticas barbaridades).
No recuerdo ni una sola decisión de Zapatero y de su gobierno que no haya levantado ampollas en el partido mayoritario de la oposición, y que estos no se quejaran amargamente (creo que ya se han quedado sin adjetivos superlativos en negativo y ahora sólo dicen auténticas barbaridades).
Por eso no entiendo que los medios de comunicación lo eleven a categoría de noticia, cuando es algo habitual y desgraciadamente por el crecimiento y la estabilidad de la democracia, demasiado repetido por el PP.
Me han puesto tan de mala leche, que han conseguido que me levantara y viniera a trabajar a pesar del resfriado y la fiebre. Ahora que, la verdad, tal y como me ha ido la mañana, mejor hubiera apagado la tele y me hubiera quedado en casa.
Me han puesto tan de mala leche, que han conseguido que me levantara y viniera a trabajar a pesar del resfriado y la fiebre. Ahora que, la verdad, tal y como me ha ido la mañana, mejor hubiera apagado la tele y me hubiera quedado en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario