Reproduzco, por sorprendente, y por estar completamente de acuerdo, este artículo que salió el pasado viernes en La Vanguardia. Lo firma Xavier Bru de Sala que, digamos, no se le puede tildar de sociata ni de ser, ni mucho menos, de izquierdas.
Creo acertadísimo lo que comenta respecto al Debat de Política General de esta semana en el Parlament.
El PSC lava más blanco
Lava más blanco, el PSC, según el propio PSC. A falta de saber hasta qué punto es creíble o creído el alud de justificación de sus bondades como partido del Govern, es justo reconocer que la pareja de baile Montilla - Iceta se vende mejor que nadie en el Parlament. Por mucho que se intente ocultar o enmascarar, si hacemos un esfuerzo de ecuanimidad comprobaremos como hay un argumento de fondo, un norte, una apuesta de calibre, mediante la cual los propios socialistas están convencidos de ocupar el lugar que les corresponde. Si desd el catalanismo operativo se justificó la alternancia como algo imprescindible para la democracia; si incluso se ha llegado a pensar que con los socialistas en la Generalitat el propio catalanismo impregnaría más segmentos de la sociedad que lo miraban de lejos; si se vería a ERC com garantía de que Montilla no se alejaría de los postulados fundamentales; ahora tenemos claro que la narración o justificación histórica de la estancia del PSC en la Generalitat es una alternativa al nacionalismo que convence por lo menos a sus cuadros, militancia y entorno. Es muy posible que también al establishment.
Lo que nos están diciendo el President e Iceta es que ellos, el partido que dirigen, van a llegar donde no ha llegado el nacionalismo. Según ellos, el nacionalismo es discursivo, sentimental y poco práctico. Según ellos, la predisposición a exagerar y avivar resquemores y enfrentamientos perjudica al país que pretenden defender. En cambio, los socialistas, sin ser menos catalanistas que los nacionalistas y dando por sentado que el fuero es el fuero y está de sobras reconocido, sí encuentran el modo de inyectar confianza, resolver agravios y conseguir lo que nadie ha conseguido en materia de competencias, inversiones y ya veremos como también financiación. El argumento de fondo, la intención, el propósito explícito, es adelantar al nacionalismo por la izquierda y por el entendimiento con España, que continuarán transformando sin el estorbo añadido de las maragalladas. Además de otorgarse la representación de la Catalunya plural (frente a los nacionalistas que se presentan como partidarios de un singular identitario), se venden los socialistas como el partido de la estabilidad, el orden y el trabajo disciplinado en ausencia de ruido. Todo ello lo dicen y proclaman de modo directo, con un lenguaje claro que no permite dobles lecturas ni sentidos ocultos.
Entienden los líderes y los militantes de los partidos nacionalistas, que el PSC ha venido para quedarse, con el argumento y el convencimiento de que es lo mejor para Catalunya. Dado que CiU en el pasado más reciente como ERC en la actualidad se encuentran satelizados por el poder central, responder de cara a este formidable reto no es posible con el argumentario del presidente.
Que sí, que sí, que el artículo está reproducido íntegramente.
Que sí, que sí, que es de Xavier Bru de Sala.
Que sí, que sí, que es en La Vanguardia.
La misma Vanguardia que iba llena el viernes de otros artículos en el mismo sentido, que días atrás criticaba la quema de las fotos de los Reyes con el celebrado artículo "Esto no es catalanismo", hípercriticado en sectores nacionalistas.
Creo, y es una apreciación personal, que se lo tienen que estar pasando muy bien en Nápoles, 35 con esta nueva vía emprendida por el veterano diario barcelonés. Qué estará pasando en CiU que no nos estamos enterando?
Creo acertadísimo lo que comenta respecto al Debat de Política General de esta semana en el Parlament.
El PSC lava más blanco
Lava más blanco, el PSC, según el propio PSC. A falta de saber hasta qué punto es creíble o creído el alud de justificación de sus bondades como partido del Govern, es justo reconocer que la pareja de baile Montilla - Iceta se vende mejor que nadie en el Parlament. Por mucho que se intente ocultar o enmascarar, si hacemos un esfuerzo de ecuanimidad comprobaremos como hay un argumento de fondo, un norte, una apuesta de calibre, mediante la cual los propios socialistas están convencidos de ocupar el lugar que les corresponde. Si desd el catalanismo operativo se justificó la alternancia como algo imprescindible para la democracia; si incluso se ha llegado a pensar que con los socialistas en la Generalitat el propio catalanismo impregnaría más segmentos de la sociedad que lo miraban de lejos; si se vería a ERC com garantía de que Montilla no se alejaría de los postulados fundamentales; ahora tenemos claro que la narración o justificación histórica de la estancia del PSC en la Generalitat es una alternativa al nacionalismo que convence por lo menos a sus cuadros, militancia y entorno. Es muy posible que también al establishment.
Lo que nos están diciendo el President e Iceta es que ellos, el partido que dirigen, van a llegar donde no ha llegado el nacionalismo. Según ellos, el nacionalismo es discursivo, sentimental y poco práctico. Según ellos, la predisposición a exagerar y avivar resquemores y enfrentamientos perjudica al país que pretenden defender. En cambio, los socialistas, sin ser menos catalanistas que los nacionalistas y dando por sentado que el fuero es el fuero y está de sobras reconocido, sí encuentran el modo de inyectar confianza, resolver agravios y conseguir lo que nadie ha conseguido en materia de competencias, inversiones y ya veremos como también financiación. El argumento de fondo, la intención, el propósito explícito, es adelantar al nacionalismo por la izquierda y por el entendimiento con España, que continuarán transformando sin el estorbo añadido de las maragalladas. Además de otorgarse la representación de la Catalunya plural (frente a los nacionalistas que se presentan como partidarios de un singular identitario), se venden los socialistas como el partido de la estabilidad, el orden y el trabajo disciplinado en ausencia de ruido. Todo ello lo dicen y proclaman de modo directo, con un lenguaje claro que no permite dobles lecturas ni sentidos ocultos.
Entienden los líderes y los militantes de los partidos nacionalistas, que el PSC ha venido para quedarse, con el argumento y el convencimiento de que es lo mejor para Catalunya. Dado que CiU en el pasado más reciente como ERC en la actualidad se encuentran satelizados por el poder central, responder de cara a este formidable reto no es posible con el argumentario del presidente.
Que sí, que sí, que el artículo está reproducido íntegramente.
Que sí, que sí, que es de Xavier Bru de Sala.
Que sí, que sí, que es en La Vanguardia.
La misma Vanguardia que iba llena el viernes de otros artículos en el mismo sentido, que días atrás criticaba la quema de las fotos de los Reyes con el celebrado artículo "Esto no es catalanismo", hípercriticado en sectores nacionalistas.
Creo, y es una apreciación personal, que se lo tienen que estar pasando muy bien en Nápoles, 35 con esta nueva vía emprendida por el veterano diario barcelonés. Qué estará pasando en CiU que no nos estamos enterando?
1 comentario:
Jo també m'identifico totalment amb la descripció del socialisme català que fa en Xavier Bru de Sala.
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