Elecciones en el Comité Técnico de Árbitros

Hoy os hablaré de las elecciones arbitrales, pero antes dejadme que siga con mi Baronismo y os ponga el video que pasamos el día de la proclamación.
El pasado jueves 14 de diciembre hubo elecciones para Delegado Nacional del Comité Técnico de Árbitros. Como es un Comité que pertenece a la Federació Catalana de Futbol, ha habido bastante lío en los últimos meses puesto que nada ni nadie obligaba a que el Delegado fuese democráticamente elegido, y ello, al imponer el actual Presidente de la Federació Catalana de Futbol, Jaume Roche, a César Ochoa, creo un lógico malestar entre los árbitros.
Puesto que imagino que no os interesa mucho el tema de quién manda en los árbitros, querría centrarme en las sensaciones que tuve al ir a votar en unas elecciones en las cuales no hacía de interventor (desde las Municipales-Europeas del '99 no he faltado nunca). Incluso estuve en las últimas autonómicas del País Vasco, una experiencia irrepetible.
Como os decía, ir a votar y no tener que estar pendiente de todo es una gozada.
La votación se hacía en la Delegación del Maresme de la Federació Catalana de Futbol
Había una chica joven, imagino que la Administrativa de la Delegación, que "custodiaba" la urna. No dejaba mirar ni al censo ni casi que a la urna. A mí me gusta dejar que la gente vote.
Había también un par de interventores, uno por cada candidatura, y se presentaban César Ochoa, que ganó con un 59.21% y Miquel Corredor el 40.79%.
No os diré a quién voté, pero en la candidatura de Corredor estaba Xavier Moreno Delgado que pertenece a la Delegación del Maresme y que Ochoa era la opción más cercana al PSC. Y yo soy muy leal.
Pues eso, ver las caras de los interventores, las papeletas escondidas para que nadie viera a quien votas, las miradas al reloj para ver cuánto les quedaba para poder cerrar las urnas (fuí a las 12 del mediodía, y cerraban a a las 9, así que...), el no tener ni idea hasta dos días después de quién había ganado, ni cuáles eran sus intenciones, ni qué declaraciones había hecho, ni cuál era su equipo, ni cóm se lo había tomado el equipo perdedor... Fantástico!
Tuve la sensación de que ya era hora de poder estar tranquilo en unas elecciones, y de tomármelas como lo hace la mayoría de la ciudadanía, o al menos la mayoría de la parte de los que van a votar, de los abstencionistas no quiero hablar.
Me sabe mal que perdiera la opción de un compañero de Mataró, el único que hemos tenido en Primera División, pero me hubiera sabido peor que perdiera Montilla, la verdad...